Los pasados días fueron épicos para Argentina, a raíz de la legislación del aborto libre hubo multitudinarias manifestaciones durante días para defender el derecho de las mujeres a elegir si vivir en paz u obligarse a pasar 9 meses gestando un bebé no deseado. Nunca antes la discusión sobre el aborto libre había llegado tan lejos, llegando ad portas de convertirse en ley.
Pero el país trasandino decidió proteger las 2 vidas, la de la mujer y la de su futuro hijo. En un momento histórico para dicha nación, ganó el amor a la vida.
El aborto no es un tema fácil de hablar, todo lo que conlleva interrumpir un embarazo es psicológicamente desgastante, además de oneroso y peligroso, esto último sobre todo ante la ausencia de una legislación que permita su práctica.
Es un tema complejo, porque involucra muchas emociones y juicios de parte de la sociedad, además al no ser legal, se practica en precarias condiciones de salubridad, lo que amplía el riesgo de muerte de las mujeres que se someten a él en clandestinidad.
El aborto siempre ha existido, existen mil y un métodos para interrumpir un embarazo, tanto naturales como químicos dañinos para el cuerpo. Asimismo, existen verdaderas mafias de traficantes de medicamentos prohibidos en los países sin ley de aborto, a quienes poco les importa el derecho de las mujeres a acceder a este derecho. Para ellos es solo un negocio, al cual no le conviene la legalización.
En Chile se realizan entre 80 y 260 abortos clandestinos, en condiciones deplorables poniendo en riesgo a la mujer, además de generar un negocio que puede que nunca acabe sin una ley que resguarde a aquella que quiera abortar.
Países más desarrollados en términos éticos y morales, como Uruguay (donde los índices de calidad de vida son muy altos), tienen aborto libre durante las primeras 12 semanas del proceso gestacional. Lo mismo ocurre en países europeos como Francia, Italia y España, entre otros.
Uruguay se posiciona como el segundo país de América con menor mortalidad materna, después de Canadá. Además, el embarazo no deseado bajó un 8% entre mujeres de 20 a 34 años.
En el país latinoamericano, el promedio de abortos legales es de 700 mensuales, considerando las tres causales y la vía libre.
Hay opiniones divididas con respecto a la interrupción, quienes se identifican como “provida” se basan en defender la vida que está en camino bajo cualquier circunstancia, apelando a la exclusiva responsabilidad de la mujer en cuanto a la anticoncepción.
Pero ¿ Por qué las mujeres deberían continuar un embarazo y cuidar un bebé no deseado? Esto podría llevar a muchas consecuencias donde ambos se verán afectados, como la pobreza, no acceder a estudios superiores, la precarización de su nivel de vida en términos generales, además de las consecuencias psicológicas que acarrea muchas veces criar un hijo sin la ayuda del padre.
El aborto es una opción a favor de la vida, pero de la vida de la mujer. Es darle las herramientas para que elija libremente y de manera informada cómo quiere vivir.