Por qué los recortes en la lucha contra el VIH podrían costar millones de vidas

La suspensión del programa PEPFAR y los recortes internacionales en la financiación del VIH amenazan con revertir décadas de avances. ¿Qué está en juego y cómo evitar un retroceso histórico?
Toon Lambrechts en Unsplash

En 2025, el panorama global frente al VIH ha dado un giro preocupante. Cinco de los mayores donantes internacionales —EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania y Países Bajos— han anunciado recortes de entre un 8 % y un 70 % en sus aportaciones a programas contra el virus.

Estos países representan más del 90 % de la financiación internacional para el VIH. El recorte combinado proyectado para 2025 y 2026 ronda el 24 %, con una suspensión particularmente crítica: la del programa PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente de EE.UU. para el Alivio del SIDA), activo desde 2003.

PEPFAR: una herramienta clave en riesgo

PEPFAR ha salvado más de 26 millones de vidas y financiado tratamientos, formación sanitaria y campañas de prevención en más de 50 países. Su suspensión temporal en enero de 2025 podría tener efectos devastadores si no se revierte.

Estudios en The Lancet HIV estiman que la interrupción prolongada de PEPFAR y otros fondos podría provocar entre 4 y 10 millones de nuevas infecciones y hasta 2,93 millones de muertes adicionales hasta 2030.

Impacto en la prevención y en poblaciones vulnerables

Los programas de prevención —PrEP, distribución de preservativos, reducción de daños, testeo masivo— dependen en gran medida de fondos internacionales. La interrupción pone en riesgo el acceso para grupos clave: trabajadores sexuales, hombres que tienen sexo con hombres, personas trans y usuarios de drogas, tradicionalmente marginados en políticas públicas.

El abandono de estas estrategias no solo incrementaría el número de infecciones, sino también el estigma y la desigualdad que enfrentan estas poblaciones.

¿Y Europa? ¿Y España?

Aunque la crisis afecta principalmente a países con menos recursos, Europa no es inmune. En España, cerca del 50 % de los nuevos diagnósticos de VIH se dan en personas migrantes. Un aumento global de contagios podría tener efectos indirectos en la salud pública europea.

¿Cómo evitar un desastre sanitario global?

El especialista Dr. Pablo Ryan Murúa, de la Universidad Complutense de Madrid, propone medidas clave para evitar un retroceso irreversible:

  • Restaurar la financiación internacional y reactivar PEPFAR sin más demoras.
  • Incrementar la inversión nacional en salud pública para fortalecer la autonomía de los países receptores.
  • Integrar el VIH en la atención primaria: testeo, PrEP y tratamiento desde el primer nivel sanitario.
  • Proteger la prevención en poblaciones vulnerables con programas específicos y continuos.
  • Planificar la transición de fondos: no más recortes abruptos, sino procesos escalonados y sostenibles.

El momento de actuar es ahora

Los logros obtenidos en las últimas dos décadas están en juego. Cada día sin fondos suficientes representa miles de vidas expuestas. La suspensión del PEPFAR no solo es un retroceso sanitario, sino también un riesgo moral y político en la lucha contra una pandemia que aún no ha terminado.

En un mundo interconectado, la salud global comienza por la solidaridad. Restablecer el compromiso con la financiación del VIH no es solo una cuestión de cifras: es una declaración de prioridades frente a una amenaza que sigue presente.

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