Exámenes prostáticos: la clave para detectar el cáncer a tiempo

Detectar a tiempo el cáncer de próstata puede salvar vidas. Te explicamos cuándo, cómo y por qué realizarse un examen prostático.

El examen prostático es una evaluación médica que permite detectar problemas en la glándula prostática, especialmente el cáncer de próstata, una de las principales causas de muerte por cáncer en hombres en el mundo. Su detección temprana aumenta significativamente las posibilidades de tratamiento exitoso y recuperación.

Generalmente, se recomienda que los hombres comiencen con los controles anuales a partir de los 50 años. Sin embargo, si existen antecedentes familiares o factores de riesgo, como obesidad o antecedentes afrodescendientes, los chequeos pueden iniciarse desde los 45 años o incluso antes.

Tipos de exámenes prostáticos

Existen dos pruebas principales para evaluar la salud prostática:

  • Examen de antígeno prostático específico (PSA): análisis de sangre que mide el nivel de PSA, una proteína producida por la próstata. Niveles elevados pueden indicar inflamación, hiperplasia benigna o cáncer.
  • Examen rectal digital (ERD): el médico palpa la próstata a través del recto para detectar irregularidades. Aunque puede generar incomodidad, es una técnica rápida, indolora y efectiva.

¿Con qué frecuencia deben hacerse?

La frecuencia depende de la edad, los antecedentes familiares y los resultados previos. En general:

  • Hombres de 50 a 70 años: una vez al año si los resultados son normales.
  • Con antecedentes familiares: cada 6 a 12 meses, según indicación médica.
  • Mayores de 70 años: según criterio clínico y calidad de vida del paciente.

Rompiendo mitos sobre el examen prostático

Muchos hombres evitan el examen por temor o desinformación. Es importante entender que:

  • El ERD dura menos de un minuto.
  • No implica pérdida de masculinidad ni afecta la sexualidad.
  • Ignorar los síntomas puede costar la vida: el cáncer de próstata es asintomático en etapas iniciales.

Superar la vergüenza o el miedo puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío. Por eso, la prevención debe ser parte de la rutina de salud masculina.

Conclusión: un acto de cuidado personal y familiar

El examen prostático no solo es una herramienta médica, sino un acto de responsabilidad personal. Hacerlo a tiempo puede evitar tratamientos invasivos, mejorar la calidad de vida y, en muchos casos, salvar vidas.

Consulta con tu médico de cabecera y agenda tu próximo control. La prevención es la mejor medicina.

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