Según un estudio publicado en The Lancet, más del 75% de los países no alcanzarán la tasa de reemplazo poblacional para el año 2050. Esta cifra pone en jaque el futuro de los sistemas de pensiones, salud y productividad global. Chile, con 1,16 hijos por mujer, es uno de los 15 países con menor tasa de fecundidad del planeta, y el más bajo de América Latina.
¿Qué está fallando? La decisión de tener hijos ya no responde solo al deseo personal, sino a factores estructurales y económicos que afectan a millones de jóvenes. Vivienda, empleo, educación y salud aparecen como los principales determinantes. Mientras tanto, el mundo busca soluciones.
EE.UU., Asia y Europa: el auge de los “bonos por bebé”
En Estados Unidos, se evalúa un bono de nacimiento de US$ 5.000, junto a un aumento en becas para padres. En Francia, los subsidios por nacimiento alcanzan los 952 euros, más ayudas durante los tres primeros años, guarderías subsidiadas hasta en un 85% y licencias parentales compartidas.
Corea del Sur, con una tasa aún más baja (0,78 hijos por mujer), otorga US$ 750 mensuales por hijo el primer año y bonos regionales de hasta US$ 14.000 por matrimonio. Singapur, Israel, Finlandia y los países nórdicos también están en la carrera por incentivar la natalidad con medidas agresivas y sostenidas.
¿Qué podría hacer Chile? Claves para una política de natalidad efectiva
El ginecobstetra Sebastián Illanes, de la Clínica U. de los Andes, en conversación con El Mercurio propone comenzar con un estudio profundo sobre las causas del rechazo a la maternidad o paternidad. “No se trata de copiar modelos europeos; Chile necesita un enfoque adaptado a su economía y cultura”, señala.
Entre sus propuestas están:
- Flexibilizar licencias parentales hasta los dos años.
- Incentivos fiscales para empresas que creen salas cunas.
- Subsidios de arriendo o vivienda para familias con más hijos.
- Bonos por nacimiento o subsidios mensuales canjeables en educación.
“El cuidado infantil es clave para el funcionamiento laboral de las familias”, agrega. Una política pública sin respaldo económico será insuficiente, afirman los expertos.
Más allá del dinero: lo que realmente influye en tener hijos
La investigadora Báltica Cabieses, de la Universidad del Desarrollo, refuerza que los incentivos económicos son necesarios, pero no suficientes. “Tener un hijo es una decisión de vida, no solo financiera. Debe haber apoyo real en salud, educación y crianza”, afirma.
Las experiencias internacionales coinciden en algo: no hay una sola medida que funcione, pero una combinación coherente de beneficios puede marcar la diferencia. Chile está en un punto de inflexión, y actuar hoy podría definir el futuro demográfico del país.