El uso de agua fría para lavar la loza puede parecer una opción económica, pero no es la más efectiva. Pamela Sepúlveda, doctora en química y académica de la U. Mayor, aclara en LUN que “el calor rompe más fácilmente las grasas presentes en los alimentos, lo que facilita su eliminación”. Además, el agua caliente optimiza la acción del detergente, logrando una mejor limpieza.
Los nuevos modelos de lavavajillas están llevando esta lógica al extremo, como el Mademsa 14 BZG, que en su función de “Higienizar” alcanza los 70°C, lo que asegura la eliminación del 99,99% de las bacterias en platos, vasos y cubiertos. Para poner en contexto, lavar a mano con agua a esta temperatura sería imposible para los humanos, ya que podría causar quemaduras.
Alfonso Flores, country manager de Mademsa, destaca que no todos los lavavajillas alcanzan tales temperaturas, lo que convierte esta característica en un diferenciador clave. Sin embargo, advierte que no todos los utensilios son aptos para lavarse a tan altas temperaturas. Utensilios de plástico, cubiertos con mangos de madera o artículos de cobre, podrían dañarse con el calor.
Por su parte, el modelo de lavavajillas de Samsung, equipado con SmartThings, permite controlar el lavado desde el celular y también alcanza los 70°C en su función “Sanitizar”, eliminando virus y bacterias. Leo Miranda, master trainer de la marca, explica que este modelo cuenta con una función de apertura automática para eliminar el vapor tras el ciclo de lavado.
A pesar de las ventajas de estos aparatos, Camila Yanes, influencer y especialista en limpieza, comenta que ha visto lavavajillas convertidos en “depósitos de mugre” en muchas casas. Aconseja enjuagar los utensilios antes de colocarlos en el lavavajillas para evitar este problema.