La ciudad de Vancouver vive horas de conmoción tras el atropello masivo ocurrido la noche del sábado durante el festival del Día de Lapu-Lapu. Según confirmó la policía, 11 personas han fallecido y varias más permanecen en estado crítico.
El sospechoso y los primeros antecedentes
El responsable es un hombre de 30 años con antecedentes de problemas de salud mental, conocido por las autoridades locales. Fue detenido en el lugar, ayudado por civiles que presenciaron el hecho. Por ahora, la policía descarta un acto terrorista, calificándolo como un ataque "aislado".
Impactantes escenas en Sunset on Fraser
Testigos narraron escenas de horror: cuerpos tendidos en el suelo, heridos pidiendo ayuda y escombros tras la arremetida de un SUV negro que terminó con la parte delantera destrozada. El evento estaba dirigido a la comunidad filipina local, que representa casi el 6% de la población de Vancouver.
Reacciones nacionales e internacionales
El primer ministro Mark Carney suspendió su campaña electoral y expresó su "profundo dolor". El alcalde Ken Sim y figuras políticas como Pierre Poilievre y Jagmeet Singh manifestaron su solidaridad. Desde Europa, la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, también expresó su apoyo a Canadá.
Contexto sensible
El atropello se produce en un clima de sensibilidad social, un año después de que Canadá condenara a cadena perpetua a un supremacista blanco por un ataque similar en Ontario. Aunque en esta ocasión el móvil no parece estar vinculado a odio étnico o terrorismo, las investigaciones siguen abiertas.
Investigación en curso
La policía de Vancouver trabaja en recabar más pruebas y testimonios para esclarecer el móvil exacto. Mientras tanto, la ciudad se mantiene en estado de alerta, y el atropello masivo en Vancouver se suma a una dolorosa lista de tragedias recientes que afectan la convivencia y seguridad en eventos comunitarios.
