El proyecto de ley “Aula Segura” no ha dejado indiferente a nadie. A cinco días de su tramitación, la medida que busca expulsar a los estudiantes que participen en hechos de violencia, sigue sin conseguir el apoyo de la oposición.
Las principales críticas al proyecto “Aula Segura” han sido por su carácter “simplista” y “marginalizador”. “No es un proyecto que venga a solucionar el problema de la violencia en las comunidades educativas”, mencionó la diputada e integrante de la Comisión de Educación, Camila Rojas (IA). Rojas agregó que la propuesta “no considera el debido proceso” y que su función “criminalizar y sacar el problema de un lado a otro”.
A su vez, la diputada Camila Vallejo (PC) destacó que la política detrás de la iniciativa es “sacar la manzana podrida” de los liceos de élite para integrarlos en otros establecimientos, limpiando así los denominados “emblemáticos”.
“Lo que tenemos que hacer es no chutear el problema de un colegio a otro que es lo que hace el proyecto de Aula Segura, sino realmente hacernos cargo”, zanjó Vallejo.
Mirada de expertos
Mientras que desde el Gobierno agradecen el proyecto que intenta combatir con los “violentistas disfrazados de estudiantes”, como señaló el presidente Sebastián Piñera, expertos educativos opinan de forma distinta.
El especialista en educación y director de la Fundación Nodo XXI, Víctor Orellana, señaló que el proyecto “no va a ninguna parte” y que su verdadero fin es servir de “imagen comunicacional”.
Asimismo, Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, puntualizó que la medida busca “facilitar la resolución de un problema muy grave, pero de alcance relativamente acotado”. El académico agregó que la principal falla se debe al “léxico de la seguridad, en la lógica de la prevención y la lucha contra la violencia, que no es propiamente educacional”.
“Hace falta una reflexión más profunda que termine con la política del corto plazo, que sea más consistente, y más propia de la educación pública”, señaló Rodríguez.
Mirada oficialista
La ministra de educación, Marcela Cubillos, destacó en Canal 13: “Nadie puede pensar que un estudiante que tire una molotov está defendiendo la calidad de la educación”. Respecto a las críticas, Cubillos señaló: “esta es una medida disciplinaria, no penal” y agregó que se respetarían los “derechos constitucionales”.
En conversaciones con La Tercera, Cubillos respondió a las críticas de la Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz: “Durante este tiempo, frente a los hechos de violencia grave que estamos viendo en algunos liceos, nunca he escuchado a la Defensora de la Niñez defender el derecho a la educación de todos esos alumnos que no pueden ejercerlo por esta violencia, ni el derecho a la vida y seguridad de ellos, por lo expuestos que están cuando se cometen estos delitos al interior de los colegios”.
Siguiendo esta línea, frente al argumento de que Aula Segura no ataca el problema de la violencia, Cubillos indicó que esta medida sí se hace cargo de los conflictos “del director de ese Liceo, de los profesores agredidos y de los alumnos de esa escuela que no pueden ejercer su derecho a educarse”.
“la Defensora de la Niñez debe defender los derechos de todos los niños y no solo los derechos del alumno expulsado por lanzar una molotov”, zanjó la ministra.