A solo horas de los comicios presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump ha intensificado sus acusaciones de fraude contra los demócratas, poniendo en duda la transparencia del proceso electoral y aumentando la incertidumbre sobre su aceptación del resultado en caso de perder. El exmandatario ha asegurado que los demócratas intentan “robarle” la elección y ha instado a sus seguidores a denunciar posibles irregularidades.
En un evento reciente en Pensilvania, Trump insistió en que “la única forma en que [Kamala] Harris puede vencerlo es haciendo trampa”, generando eco en sus seguidores y redes sociales, donde cientos de usuarios han compartido historias sobre presuntas anomalías en la votación. Autoridades locales confirmaron que investigan algunos registros de votantes en Pensilvania por potencial fraude, algo que ha dado pie a demandas legales de los republicanos en al menos tres estados clave.
Una oleada de demandas por presunto fraude
Desde 2023, el Comité Nacional Republicano ha presentado cerca de 70 demandas por supuestas irregularidades en el proceso de registro de votantes en varios estados, entre ellos Pensilvania y Nevada. Estas demandas señalan que podrían estar inscribiéndose votantes no aptos, incluyendo inmigrantes sin ciudadanía. La ONG Democracy Docket ha señalado que esta cantidad de demandas no tiene precedentes y que muchos abogados podrían enfrentarse a sanciones si se demuestra que sus reclamaciones carecen de fundamento.
Rebecca Green, experta en derecho electoral, advierte que desde 2020 varios abogados han sido sancionados por casos similares. El académico Richard Hansen también cuestiona la validez de estas denuncias, señalando que las elecciones en EE.UU. “suelen llevarse a cabo de manera honesta y eficiente”.
Declaración anticipada de victoria y temores de violencia
Analistas han advertido sobre la posibilidad de que Trump se declare vencedor antes de que se anuncien los resultados oficiales. Según un alto cargo de la campaña demócrata, el equipo de Kamala Harris considera probable que el exmandatario busque sembrar dudas desde el primer momento si los resultados no le son favorables, como ya ocurrió en las elecciones de 2020. Este escenario ha encendido las alarmas de posibles episodios de violencia post-electoral.
Una encuesta de CBS News/YouGov muestra que el 47% de los votantes de Trump cree que habrá fraude “masivo” y el 46% considera que al menos ocurrirán “casos aislados” de fraude, lo que podría aumentar la tensión social en caso de que el expresidente pierda.
El trasfondo de la estrategia de Trump
Para el analista Donald Green, de la Universidad de Columbia, la retórica de Trump responde a una estrategia para “movilizar a su base” y preparar a sus seguidores ante una posible derrota. Al sembrar dudas, dice Green, el expresidente busca también asegurar el respaldo financiero de sus donantes y una atención mediática constante que, de ser derrotado, podría ayudarle en su carrera política futura.