Trabajadores de protección civil han desenterrado varios cadáveres de edificios derrumbados y los han retirado de las calles cubiertas de escombros en el distrito de Ciudad de Gaza. Este trágico descubrimiento se produjo después de que las tropas israelíes presuntamente se retiraron de las áreas de Tal al-Hawa y Sanaa tras días de intensos bombardeos y combates en la zona.
El ejército israelí lanzó una incursión a principios de esta semana para combatir a milicianos de Hamás que, según afirmaron, se habían reagrupado. Las escenas desgarradoras de los cuerpos trasladados a un hospital cercano subrayan el terrible ciclo de violencia, a nueve meses de iniciada la guerra en Gaza.
La delegada interina afirmó que están “todas las instancias legales para perseguir a estos delincuentes”, en referencia a los responsables de la violencia. Videos en redes sociales muestran a los trabajadores envolviendo cadáveres en mantas en las calles de Tal al-Hawa y Sanaa, donde se han encontrado cerca de 60 cuerpos, muchos de ellos pertenecientes a familias completas.
El director de protección civil en Gaza, Mahmoud Bassal, comentó que algunos restos habían sido parcialmente devorados por perros y que muchas personas murieron tras evacuar refugios cercanos. El director del hospital Al-Ahli, Fadel Naem, indicó que docenas de cuerpos han sido llevados a su instalación.
El ejército israelí no comentó sobre el hallazgo de los cuerpos, pero informó que sus tropas atacaron el complejo abandonado de la UNRWA, donde afirmaron que Hamás había establecido operaciones. La UNRWA había evacuado el complejo al inicio de la guerra.
Las escenas en Tal al-Hawa son similares a las de Shijaiyah, otro vecindario de Gaza, donde se encontraron unos 60 cuerpos tras la retirada israelí. La ONU estima que alrededor de 300.000 personas permanecen en el norte de Gaza, enfrentando desplazamientos constantes y una crisis humanitaria creciente.
Israel inició su campaña en Gaza tras un ataque de Hamás el 7 de octubre, que dejó alrededor de 1.200 muertos y 250 secuestrados en Israel. Desde entonces, más de 38.000 personas han muerto en Gaza y más del 80% de los 2,3 millones de habitantes han sido desplazados, viviendo en campamentos de carpas y enfrentando una hambruna generalizada.
