Este sábado, Estados Unidos superó a Italia como el país con más víctimas por COVID-19 en el mundo, al registrar 783 muertos en un día solo en el Estado de Nueva York.
El país ha visto su mayor número de muertes hasta la fecha con aproximadamente 2.000 muertes por día reportadas durante los últimos cuatro días seguidos.
Los expertos en salud pública han advertido que el número de muertos en los EE.UU. podrían aumentar a 200.000 durante el verano si se levantan las órdenes de quedarse en casa, donde se han cerrado negocios y gran parte de los estadounidenses se mantienen en confinamiento después de 30 días.
Por su parte, el mandatario norteamericano Donald Trump que aspira a la reelección en noviembre, ha dicho que quiere que la vida vuelva a la normalidad lo antes posible y que las amplias restricciones de movimiento destinadas a frenar la propagación de la enfermedad COVID-19 causada por el nuevo coronavirus tienen su propio coste económico y de salud pública.
Las medidas federales actuales están vigentes hasta el 30 de abril, por lo que Trump deberá decidir si extenderlas o comenzar a alentar a las personas a regresar al trabajo y a una forma de vida más normal.
Según Reuters, el número de trabajadores estadounidenses que han solicitado el seguro de cesantía en las últimas tres semanas superó los 15 millones, mientras que las nuevas solicitudes semanales superaron los 6 millones por segunda vez consecutiva la semana pasada.
La pandemia ha generado la mayor pérdida de empleos desde la Gran Recesión y terminó con el mayor auge de empleo en la historia de EE.UU., que comenzó a finales de 2010.