Este domingo, los finlandeses votaron por un nuevo parlamento. Los sondeos apuntaban que el Partido Social Demócrata tenía una ligera ventaja por sobre el Partido Verdaderos Finlandeses (VF)- de extrema derecha- y la Coalición Nacional- derecha que les podía entregar el triunfo. Y así fue.
Con una mínima diferencia, los socialdemócratas se llevaron un 17,7% de los votos, frente a los 17,5% que consiguió el VF. "Si soy honesto, me esperaba una victoria más amplia, pero aún así hemos logrado nuestro primer triunfo electoral desde 1999", dijo el líder del partido ganador, Antti Rinne, al conocer los resultados de la votación. Según France24, más de 4,5 millones de personas fueron convocadas a participar en las elecciones, a los que asisten 2.468 candidatos de 19 movimientos políticos.
Rinne tiene 56 años y fue ministro de Finanzas en el gobierno anterior y se convirtió en el líder de su partido en 2014. Según BioBio Chile, la mayor parte de su carrera la hizo en el sindicalismo. También fue parte de la oposición contra el actual primer ministro, Juha Sipilä.
Pese a los positivos sondeos, no todo el mundo le ponía las fichas a los socialdemócratas. Sini Korpinen, columnista política, señaló a la AFP que “Quizás veamos una suerte de inclinación a la izquierda, pero no creo que se trate de un cambio importante”.
Según señala ADN, el 27% de la población en Finlandia (con 5,5 millones de habitantes) es de clase baja, según un reciente estudio de la OCDE, y el 5% es rica. La clase media está menguando desde 2010, pero aún se mantiene en el 68%. Bajo este contexto, la opción de que ofrecen los socialdemócratas es darle chance para mejorar estas diferencias."La austeridad del Gobierno anterior causó mucha desigualdad", aseguró Rinne, en una entrevista el lunes pasado.
Inmigración
Un punto discordante entre los bandos que se enfrentaban en estas elecciones en Finlandia eran las políticas migratorias.
Jussi Halla-aho, líder de los Verdaderos Finlandeses, prometió que su partido disminuiría considerablemente la inmigración en Finlandia. "Queremos reducir al mínimo posible el tipo de inmigración que está, en nuestra opinión, haciendo daño a las finanzas públicas de nuestro país y a la protección y serguridad de la gente”, aseguró.
Lo anterior, se explica debido a un reciente episodio que generó indignación dentro del país- ocurrido entre diciembre y enero- donde varios hombres extranjeros fueron detenidos por cometer agresiones sexuales. Este tema fortaleció la imagen del movimiento de la extrema derecha, logrando convencer incluso a un sector que estaba desinteresado en la política a votar por sus políticas de protección.
En oposición, según consigna France 24, Rinne señaló durante su campaña que estaba a favor de promover la recepción de refugiados políticos y que incluso aumentaría los impuestos para financiar este y otro tipo de políticas.
