La salida de Reino Unido de la Unión Europea podría retrasarse, a no ser que aprueben la propuesta tras dos votaciones con resultados negativos. Esto ha complicado el mandato de Theresa May y el desenlace del Brexit aún es desconocido.
La mandataria ha dado un ultimátum. Los parlamentarios ingleses pueden ratificar el acuerdo antes del 20 de marzo, o el Brexit sufrirá un retraso prolongado.
El acuerdo de May tuvo una derrota con una diferencia de 230 votos en el Parlamento el 15 de enero y 149 votos el 12 marzo. Para que ella obtenga una tercera oportunidad tiene que ganarse la confianza de los rebeldes que apoyan el Brexit, aquellos parlamentarios pertenecientes al Partido Conservador y al Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP).
Sin embargo, los rebeldes acusan a la Mandataria por arruinar las negociaciones con Bruselas y rendirse a la salvaguarda irlandesa.
Muchos partidarios del Brexit temen que debido a la salvaguarda, Reino Unido termine en la órbita de la UE de manera indefinida.
La salvaguarda evita la restauración de una frontera entre la República de Irlanda e Irlanda el Norte. Lo ya mencionado solo ocurriría si no hay un acuerdo que pueda mantener la frontera abierta.
El próximo evento será la cumbre de la UE, que ocurrirán el 21 y 22 de mayo. Tras la falta de un acuerdo, se le dará al Parlamento la oportunidad de votar sobre lo que sucederá después de la cumbre.