Doble Impacto, es el nombre de una organización que trajo a Chile la formación de un banco ético en 2016. A partir de ese momento, comenzaron a implementar sus operaciones, pero recién en 2018 se comenzó a trabajar a gran escala, y se espera que en 2022 esté operativo.
En 2020 la organización espera solicitar la licencia para operar, ante la Superintendencia de Bancos. Y estiman que dos años más tarde, estaría lista para comenzar como una entidad financiera. En primer lugar, prestarían servicios a empresas, y llegarían finalmente a las personas aproximadamente en 2027, según informó BioBio.
Los bancos éticos han tenido gran éxito es España y otros países del mundo. El tipo de organización, invita a realizar, a partir de la economía, una serie de implementaciones positivas para la sociedad. La organización tiene como objetivo apoyar sectores estratégicos de la economía social. En este sector, cuentan áreas como la cultura, educación, turismo, vivienda, salud, inclusión, alimentación, energías renovables y producción sostenida. 
Proyecciones económicas
Doble Impacto obtuvo certificación como empresa B, el pasado 23 de octubre. Dentro de sus objetivos, está el de generar un impacto positivo en las comunidades, según informó BioBio. En su fase de pruebas, ya están financiando algunos proyectos, con los cuales han logrado rentabilidades entre el 7% y el 9%, según informó Pulso.
En 2018, han prestado un total de 3 millones de dólares. Esperan llegar a los 20 millones de dólares cuando puedan tener finalmente la apertura del banco.
“Hemos logrado la cobertura que queríamos. Además, pudimos abordar territorialmente el país desde la conurbación Coquimbo-La Serena hasta Puerto Montt. Esto es muy interesante, porque también cumple con el objetivo de desplegar el proyecto desde regiones”, declaró Sebastián Cantuarias, director de Doble Impact, a BioBio.
También señalaron encontrarse en proyectos con Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay. Y tienen planes de hacerlo en un futuro con México, Costa Rica y perú. “Estamos creando equipos en estos países con profesionales locales. Es muy importante conectarnos con esos lugares, desde el conocimiento territorial que ya existe. No hay que entenderlo como una empresa que arma sucursales, sino que se trata de un paradigma colaborativo. Esto consiste en la formación de grupos en distintas ciudades, quienes reciben las conocimientos que se están desarrollando desde Chile”, añadió.
