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Estudiantes marcharon por una educación no sexista

Este miércoles, miles de estudiantes secundarios y superiores marcharon a lo largo de todo el país bajo la premisa contra la educación sexista, el machismo y la violencia de género.

La marcha convocada por la Confech, se da en el aumento de acusaciones de abusos sexuales en distintas instituciones educacionales del país. Quienes acusan de un nulo desarrollo en ámbito de protocolos en casos de abusos sexuales o acosos, los que podrían caer distintas personas dentro de un establecimiento educacional.

“Hoy la educación es la gran responsable de crear, criar y sacar machos para la sociedad, machos los cuales no han violentado por mucho tiempo, nos han violado, hemos sido acosadas sexualmente y ahora no podemos estudiar tranquilas porque están llevando estas agresiones a las aulas”, aseguró la vocera de los estudiantes de Universidad Iberoamericana, Paz Gajardo.


 

Twitter: @Papirota

La movilización empezó a las 11:00 de la mañana, con una afluencia de 25.000 personas, los cuales manifestaron de manera pacífica y realizando intervenciones artísticas.

Pese a esto, encapuchados intentaron realizar quemas de neumáticos y disturbios, los cuales fueron replegados por los mismos manifestantes, la cual fue agradecida por la misma intendenta de Santiago, Karla Rubilar.

Cerca de las 14.00 horas, la organización dio por culminada la marcha.

Situación en Universidades


Actualmente solo 7 de 60 universidades tienen un protocolo contra el acoso o abuso sexual, lo que representa un 11% de las instituciones universitarias del país. En el año 2005 se aprobó una ley contra el acoso sexual, pese a esto el desarrollo que han tenido las universidades ha sido lento y muy pausado a lo largo de los años.

Aun exista algunas universidades con protocolo, lo que genera discusión es la ambigüedad de estas, las cuales no se adaptan a las necesidades y preocupaciones actuales de la sociedad.

“Son protocolos que tienen definiciones muy ambiguas y no explicitan que es acoso o abuso sexual. Tampoco definen lo que es el consentimiento. Y lo más grave es que no tienen políticas de prevención o no especifican cómo se realizaran dichas políticas”, explicó Ana Luisa Muñoz-García a El Dínamo.

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