Santiago Wanderers atraviesa uno de sus momentos más difíciles, y este domingo 20 de octubre, la situación alcanzó un nuevo nivel de crisis. El partido contra Universidad de Concepción, correspondiente a la jornada 30 del Campeonato Ascenso 2024, fue suspendido debido a una deuda de 50 millones de pesos que el club mantiene con la empresa de seguridad encargada de vigilar los partidos.
Según informes de Radio Portales Valparaíso, la institución caturra ofreció pagar 28 millones de pesos para que los guardias volvieran a trabajar, pero los trabajadores no aceptaron y abandonaron el estadio Elías Figueroa Brander, dejando la seguridad en manos de Carabineros.
Ante la falta de personal de seguridad privada, la Delegación Presidencial decidió suspender el encuentro por motivos de seguridad. Esto no solo generó indignación entre los hinchas
FOTO: PABLO OVALLEISASMENDI /AGENCIAUNO
que ya se encontraban en el recinto deportivo, sino que provocó violentos enfrentamientos con Carabineros en los alrededores del estadio. Algunos fanáticos incluso ingresaron a la cancha, manifestando su descontento con la gestión del club, encabezada por la familia Sánchez.
El encuentro suspendido no solo afecta a Santiago Wanderers, que buscaba asegurar su clasificación a la liguilla de ascenso, sino también a Universidad de Concepción, que tenía el mismo objetivo. Ahora, se espera que el Tribunal de Disciplina decida si el partido será reprogramado o si los caturros perderán por un marcador de 3-0, lo que agravaría aún más su crítica situación.
La crisis organizativa y financiera del club porteño ha generado descontento entre los fanáticos, quienes exigen soluciones inmediatas y la salida de los actuales dirigentes. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro deportivo de Santiago Wanderers sigue creciendo.
