La coalición opositora Chile Vamos ha acusado al Ejecutivo de implementar una estrategia de tipo “chavista” al modificar normas electorales a pocos meses de una elección. En una declaración pública, los líderes de la oposición señalaron que el anuncio del veto presidencial para restablecer sanciones a quienes no voten, excluyendo a los extranjeros habilitados para sufragar, es una “trampa a la democracia”.
El presidente de la UDI, Javier Macaya, criticó duramente al gobierno, afirmando que están “atrapados” y que el Ejecutivo los tiene “con la pistola puesta sobre la mesa”. Según Macaya, aprobar el veto significaría restablecer el voto obligatorio con multas, pero excluyendo a los extranjeros, lo que considera una maniobra electoral similar a las estrategias vistas en regímenes como el de Venezuela o Nicaragua.
“Nosotros no sabemos quién hizo los cálculos, pero sí vemos claro que quien movió todos los hilos el día en que esto se votó fue el ministro Elizalde”, señaló la jefa de los diputados Renovación Nacional, Ximena Ossandón. “Si él es capaz de enmendar este veto de la forma correcta, sería una muestra de que esto no tiene ningún origen de cálculo político”, recalcó.
El diputado y secretario general de la UDI, Juan Antonio Coloma, expresó que "el Gobierno actúa de forma tramposa al anunciar un veto, donde no solo no compromete los votos, sino que además incumple el mandato constitucional respecto a la obligatoriedad del voto”.
Por su parte, la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, defendió la existencia de multas por el incumplimiento del deber constitucional de votar. “Podemos tener diferencias respecto del veto presidencial que hemos anunciado para enfrentar las elecciones, pero demos la discusión en su mérito ahí, y no por esa diferencia entrampemos o impidamos que una reforma previsional avance”, expresó Vallejo.
La oposición ha advertido que, de no modificarse el veto, podrían recurrir al Tribunal Constitucional y endurecer su postura en la discusión de reformas clave para el gobierno.