De lunes a viernes, el gimnasio del estadio de Calera de Tango recibe a cientos de personas que practican diversas disciplinas. Entre ellas, las clases de karate shotokan impartidas por el sensei Carlos Báez Rubio, un maestro ampliamente respetado en el mundo de las artes marciales chilenas. Sin embargo, la tarde del jueves 25 de abril, la tranquilidad de su dojo fue brutalmente interrumpida por un violento ataque armado.
El violento ataque en pleno dojo
Mientras impartía clases a niños y adolescentes, un sujeto ingresó violentamente preguntando directamente por el instructor. Tras identificarlo, abrió fuego, propinándole cinco disparos a quemarropa en el rostro, cuello y piernas. Báez fue trasladado de urgencia al Hospital Parroquial de San Bernardo en estado de riesgo vital y posteriormente derivado al Hospital Barros Luco.
El atacante, quien actuó a rostro descubierto, huyó en dirección a Talagante. La principal hipótesis que manejan las autoridades es la de un ajuste de cuentas, aunque aún se investigan otras motivaciones.
Investigación y dificultades para capturar al agresor
El fiscal Leonardo Tapia de la Fiscalía ECOH ordenó que la investigación quedara a cargo de la Brigada de Homicidios de la PDI. Una de las principales dificultades es que las cámaras de seguridad del recinto deportivo presentaban desperfectos. Además, según testimonios, el atacante parecía conocer a su víctima, ya que preguntó específicamente por "Claudio Báez" antes de disparar.
Un antecedente que podría ser relevante es una amenaza previa que el sensei habría recibido de un apoderado, aunque en su momento el maestro no le dio mayor importancia.
Consternación en la familia del karate chileno
El ataque generó una profunda conmoción en la comunidad de las artes marciales en Chile. Diversos karatecas y campeones nacionales, como David Dubó, expresaron su solidaridad con el maestro herido. Báez es considerado uno de los sensei más antiguos y respetados de Chile, conocido por su humildad y dedicación al karate shotokan.
Mientras la investigación continúa, la comunidad local y deportiva clama por justicia y por mayor seguridad en los recintos donde se desarrollan actividades deportivas para niños y jóvenes.