En la tercera jornada del juicio oral contra el exteniente coronel de Carabineros, Claudio Crespo, el exuniformado presentó su versión sobre los hechos que derivaron en las lesiones oculares de Gustavo Gatica durante las manifestaciones del estallido social en 2019. Crespo, acusado de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas, reiteró que no fue el autor del disparo que hirió a Gatica y argumentó que las escopetas antidisturbios utilizadas en esos operativos podían provocar lesiones en el rostro de forma involuntaria debido a fallas en su precisión.
Ante el 4° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, Crespo expuso que los proyectiles de la escopeta utilizada se dispersaban en un “cono” que aumentaba con la distancia, lo que podía ocasionar impactos en zonas no previstas del cuerpo. “Cuando se dispara una munición múltiple, esta no tiene un solo proyectil, sino varios, que generan un cono de dispersión; mientras más lejos el blanco, más se dispersan”, explicó. Según Crespo, a 25 metros, la dispersión puede llegar a dos metros a la redonda, lo que podría ocasionar un impacto en la cara, aunque se apuntara al cuerpo.
A su vez, la Fiscalía Metropolitana Centro Norte insiste en que el exteniente es responsable del disparo que causó las lesiones graves en Gatica y busca probar su culpabilidad a través de la declaración de la víctima y pruebas periciales. La Fiscalía solicita una condena de 12 años de prisión para Crespo por los daños causados.
Este caso ha generado un amplio interés, ya que aborda las condiciones y consecuencias del uso de armas no letales en situaciones de conflicto social y los límites de su empleo por parte de las fuerzas de orden.
