El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, renunció a su cargo ayer ante la inminente formalización por su eventual responsabilidad en el delito de omisión en casos de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves y homicidio, ocurridos durante el estallido social de 2019.
La decisión, enmarcada en el denominado “criterio Tohá” promovido por el Gobierno, establece que las autoridades enfrentando procesos judiciales deben abandonar sus cargos para no afectar a las instituciones que representan.
El reemplazo de Yáñez por Marcelo Araya marca el cierre de una gestión iniciada en noviembre de 2020, en el segundo mandato de Sebastián Piñera. La llegada de Yáñez ocurrió en un momento crítico para Carabineros, golpeada por una serie de escándalos y por su rol en la represión de las manifestaciones del 18-O. En ese entonces, el presidente Gabriel Boric, quien era diputado, fue uno de los más duros críticos de las acciones de la policía en esos eventos.
Sin embargo, tras asumir la presidencia y enfrentarse a una profunda crisis de seguridad, Boric cambió de tono y respaldó públicamente a Carabineros en su lucha contra la delincuencia.
“Revalorización de la institución”
Consultados por Emol, los expertos del ámbito académico coinciden en que, a pesar de las dificultades, Yáñez logró encauzar la institución. Tomás Duval, de la Universidad Autónoma, señaló que “reinsertó la institución en el sistema, logrando una revalorización de esta en la ciudadanía“. Según Marco Moreno, de la Universidad Central, “Yáñez logró encauzar Carabineros después de varios escándalos, y su relación con el Gobierno fue clave para obtener el respaldo necesario en el contexto de seguridad“.
Mario Herrera, de la Universidad de Talca, destacó que Yáñez enfrentó un periodo difícil, señalando que su gestión implicó recuperar la confianza tanto dentro de la institución como en la ciudadanía, un objetivo que, al menos en parte, logró cumplir.
Un “aliado impensado”
El cambio en la relación entre Yáñez y el Gobierno es uno de los puntos más destacados por los expertos. Marco Moreno indicó que “Boric y su Gobierno comprendieron que era necesario respaldar a Carabineros para enfrentar la crisis de seguridad“. Mario Herrera incluso lo calificó como “un aliado impensado” para la administración de Boric, dado que inicialmente existía una fuerte crítica hacia su figura por su rol en los hechos del estallido social.
Desde la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, la presidenta Gloria Naveillan también valoró la gestión de Yáñez, destacando que “logró devolverle la dignidad a Carabineros“. Otros diputados, como Henry Leal y Jaime Araya, elogiaron su liderazgo durante la crisis de seguridad, resaltando que dejó a la institución con altos índices de aprobación ciudadana.