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¿Por qué tememos ir al dentista?

Estás en la sala de espera mirando tu celular u ojeando alguna revista, casualmente levantas la mirada y sin querer chocas tu mirada con la secretaria, lo que claro te da una sensación rara. Continuas esa interminable espera, mientra escuchas por desgracia a un niño gritar por miedo hacia el dentista lo que despierta aún más tu ansiedad, llegando incluso replantearte si es realmente necesario pasar donde el odontólogo.

Esa podría ser una situación muy habitual, pero el tema es ¿Por qué tememos ir al dentista u odontólogo?. Todo tiene respuesta (excepto sobre si el huevo es antes de la gallina, o tal vez sí lo tenga). Una investigación arrojó  que la mayoría de los miedos partes por el zumbido del 'motor' utilizado por los dentistas, lo que genera temblores en los pacientes y un gran nerviosismo, siendo que no genera dolor de por medio.

Esta situación de ruido genera una respuesta cerebral, es por esto que los investigadores escanearon a una cantidad de pacientes para crear una comparación sobre sus respuesta hacia estos estímulos generados por el ruido.

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“Como dentista pediátrico, he visto muchos pacientes desde 1987, y desde mi experiencia clínica he detectado que el sonido de la perforación puede provocar ansiedad en los pacientes dentales, pero nadie ha investigado sobre esto hasta ahora” dijo Hiroyuki Karibe trabajador de Nippon Dental University.

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Hiroyuki junto a un grupo de psiquiatras agrupó a 21 mujeres y 13 hombres de entre 19 y 49 años que rellenaran una encuesta sobre cuánto temían acudir a una cita con el dentista. En dicha encuesta se les pregunto cosas tales como “¿Usted se siente tenso durante el tratamiento dental?” o “¿Siente ansiedad cuando escucha el taladro dental?” Los voluntarios debían responder en una escala del 1 al 5.

Luego que respondieron la encuesta , Karibe dividió a los voluntarios según su nivel de temor al dentista según sus respuestas y los examinó mediante una resonancia magnética funcional (fMRI) mientras les hacía oír una serie de sonidos, incluyendo taladros dentales y herramientas de raspado o succión.

De los encuestados los que respondieron tener menos miedo tuvieron un respuesta   del gyrus temporal superior izquierdo y derecho mayor al escuchar los sonidos dentales en comparación a cuando escuchaban sonidos neutros. Esto significa que los sonidos dentales provocan mayor actividad en las áreas auditivas primarias del cerebro.

Por otro lado, quienes respondieron tener más miedo. En vez de aumentar su actividad en las áreas auditivas cerebrales, lo que los investigadores detectaron es que se producía una respuesta más intensa en una región llamada núcleo caudado izquierdo, la cual juega un papel en el aprendizaje y recuerdo de los sonidos de estos instrumentos dentales,

“Creemos que estos resultados pueden ayudar en mejorar la efectividad de intervenciones como la terapia cognitivo-conductual para los pacientes con gran temor a los tratamientos dentales”

Hay registros que el 10% de la población sufre una ansiedad severa al acudir a las visitas del dentista, y muchos evitan estas visitas hasta que tienen un gran dolor de muelas u otras emergencias como los abscesos dentales, algo que puede resultar negativo, ya que al retrasar la visita el tratamiento de estos males puede ser más traumático si cabe.

Datos: The Guardian

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