En 2020, Disney sorprendió al mundo al anunciar que Bob Chapek reemplazaría al popular Bob Iger como CEO de la compañía. Sin embargo, esto marcó el inicio de una lucha de poder interna que culminaría con Iger retomando las riendas del gigante del entretenimiento. Según detalla The New York Times, el drama entre ambos ejecutivos es una de las historias corporativas más fascinantes de poder, traición y liderazgo.
El mandato de Chapek comenzó en un momento turbulento para Disney, con la llegada de la pandemia de COVID-19 y la transformación de la industria del streaming. Aunque Chapek fue promovido como el sucesor de Iger, las tensiones surgieron rápidamente. A lo largo de 2020 y 2021, Iger continuó involucrado, muchas veces eclipsando la autoridad de Chapek, lo que lo dejó frustrado y debilitado.
Para noviembre de 2022, la junta directiva de Disney había perdido la confianza en Chapek, en medio de una serie de errores corporativos, incluido un plan de reestructuración costoso y una mala gestión del conflicto con Scarlett Johansson por el estreno de Black Widow. A pesar de haber guiado a Disney durante la pandemia, Chapek fue despedido, y Iger fue reinstalado como CEO.
Las Raíces de la Lucha de Poder
El conflicto comenzó cuando Iger, tras dejar el cargo de CEO después de 15 años, permaneció como presidente ejecutivo para supervisar las operaciones creativas de la compañía, mientras Chapek gestionaba el día a día. Esta estructura de doble reporte generó confusión interna, y Chapek se vio constantemente superado por Iger, cuyo poder dentro de Disney nunca se debilitó realmente.
A medida que crecían las tensiones internas, las luchas de Chapek se hicieron públicas. En abril de 2020, The New York Times informó que Iger había “recuperado el control de manera fluida”, lo que socavó aún más la autoridad de Chapek, sentando las bases para su eventual caída.
El Papel de la Junta Directiva y la Caída de Chapek
Para 2022, las acciones de Disney habían caído significativamente, y surgieron preocupaciones sobre la gestión de Chapek en cuestiones clave, incluida la controvertida respuesta de la empresa al proyecto de ley de Florida “Don’t Say Gay”. Las consecuencias de su manejo del tema provocaron críticas generalizadas tanto de los empleados de Disney como del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ridiculizó a Disney como una empresa “despierta”. Esto empeoró la ya frágil posición de Chapek con la junta, lo que llevó a discusiones sobre el regreso de Iger.
Finalmente, en noviembre de 2022, la junta de Disney decidió despedir a Chapek. En un golpe lleno de intriga corporativa, Chapek no tuvo ni siquiera la opción de renunciar.
Desde el regreso de Iger, ha desmantelado rápidamente muchas de las iniciativas de Chapek, reafirmándose como el líder de Disney. La rivalidad entre Iger y Chapek sigue siendo un ejemplo de un plan de sucesión fallido. A medida que Disney mira hacia el futuro, la compañía aún enfrenta desafíos importantes, pero el liderazgo de Iger ha traído estabilidad a su reinado.