El expresidente boliviano afirmó que el vehículo en el que viajaba recibió al menos 14 disparos de parte de desconocidos que lo persiguieron. Morales responsabilizó al gobierno de Luis Arce por el ataque, mientras continúa la tensión política en el país.
La situación actual no solo pone en jaque la reputación del ex presidente, sino que también reabre viejas heridas sobre su legado político y personal en un país aún dividido por sus políticas y acciones.