Roxana Valdés, fue protagonista en 2014 de un violento crimen en la comuna de Molina. Se la declaró culpable de matar, descuartizar y hervir en una olla a su entonces pareja, Claudio Muñoz Ramírez.
La agresora luego de asesinar a bala a su pareja, había hervido el cuerpo para poder deshacerse de las pruebas que la incriminaban, pero después de pasar un fin de semana en el auto junto al cadáver, no se atrevió a hacerlo y finalmente se entregó a Carabineros declarando que “no existía el crimen perfecto”. A raíz de estos hechos, obtuvo una condena de seis años en la cárcel que jamás cumplió.
Su abogado de juicio fue el encargado de dar a conocer la información, a lo que señaló a La Tercera “Entiendo, porque he hablado con familiares de ella, que solicitó, según el derecho que tiene, beneficios intracarcelarios, que no da el tribunal, sino que los da Gendarmería.”.
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Con respecto a la nueva condena que la imputada debe cumplir, aclara “Ella queda en libertad, pero sujeta a ciertas condiciones que tiene que cumplir a Gendarmería, porque ellos siguen en la observación del cumplimiento de estas condiciones. Si no las cumple, obviamente le pueden revocar la libertad y tendría que volver a cumplir el tiempo que le queda privada de libertad”.
No se ha dado mayor información anexa sobre el inesperado pronóstico del brutal asesinato, pero por ahora y en términos judiciales se da por terminada la pena carcelaria de la imputada y posibles penas futuras.