El sacerdote acusado ya había sido sancionado por episodios de las mismas características en el año 2012. No obstante, estos hechos no fueron informados al Ministerio Público.
El pasado viernes y tras la investigación que se inició en contra del sacerdote Héctor Bravo por abuso sexual, la Diócesis de Chillán confirmó una segunda indagatoria debido a otro caso de la misma índole.
El comunicado emitido por la institución eclesiástica declaraba que “el día 24 de junio el Obispado de Chillán recibió una nueva denuncia por abuso sexual de menores en contra del sacerdote Renato Toro Medina. Los hechos habrían ocurrido en los años 1983-1984”.
Otro punto que señalaba el comunicado, y según declaró el obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, el sacerdote Toro Medina ya había sido sancionado por abuso de menores en el año 2012 y cumplió “condena impuesta de prohibición del ejercicio público del ministerio entre los años 2012 y 2015”. Junto con lo anterior, el eclesiástico recibió un tratamiento psicológico.
No obstante, estos incidentes no fueron informados al Ministerio Público y el castigo que se le aplicó a Toro Medina estaba únicamente dentro del derecho canónico por decisiones, que según el obispo Pellegrin, venían directamente desde la Santa Sede.
Actualmente, con el fin de generar transparencia en el proceso investigativo, la indagatoria en contra de Renato Toro Medina está siendo llevada a cabo por una diócesis externa a la de Chillán y tiene como plazo 30 días para llevarla a cabo.
Por otra parte, y como señaló Cooperativa, actualmente el sacerdote ejerce como vicario parroquial en la parroquia “Nuestra Señora del Carmen”, ubicada en la comuna del Carmen, Región del Ñuble